Me gustaría pararme a pensar un poco sobre el final del terrorismo. Obviamente nadie está seguro de nada, ETA ya ha roto otras treguas, pero éste, dicen, es el final definitivo. Ciertamente es una situación histórica única, la banda ha sido descabezada en repetidas ocasiones los últimos años y Bildu parece una alternativa viable y efectiva a las aspiraciones nacionalistas vascas. Sin embargo, nadie puede estar seguro de nada, aunque claro, los políticos ya se están apuntando el tanto. Y ése es el quid de la cuestión (cómo molan las locuciones latinas, le dan a uno aspecto de persona culta e instruida sin serlo). El tema del terrorismo en España jamás se ha llevado con seriedad y manteniendo la cabeza fría. Es por ello que yo siempre lo he contemplado con un cierto cinismo y siempre me ha costado tomármelo en serio.

En este punto tengo que aclarar que me repulsa que la gente en Euskadi no pueda salir tranquila a la calle y que una panda de energúmenos utilicen la violencia indiscriminada en una lucha que no tienen ningún sentido, precisamente por los métodos que utilizan. Hago la aclaración porque el tema de ETA jamás se aborda desde la cabeza, sino desde el corazón. Y las emociones son muy bonitas, pero no dejan pensar con claridad. Por eso rara vez se hace un análisis objetivo y tomando distancia del asunto, sino que se recurre a las clásicas proclamas que inflaman corazones y con las que todo el mundo está de acuerdo, pero que ni sirven para nada ni nos acercan a una solución.


Ése es el gran problema de este país: la política ha utilizado la coyuntura terrorista y a las víctimas como un arma política. Y no sólo eso, sino que en ocasiones el asunto se ha utilizado para el lucro de unos cuantos, como el amigo Mayor Oreja and family (dos links interesantes aquí y aquí). Tenemso unos políticos oportunistas, que no dudan en usar a los familiares de las víctimas y rasgarse las vestiduras cada vez que ETA comete un atentado. Sin embargo, otros asesinatos no parecen ser tan importantes, quizás porque no les toca a ellos directamente o quizás porque no son tan rentables de cara al electorado. Un ejemplo sencillo, que está ahí y no desaparece es la violencia machista.

El año pasado murieron 78 mujeres por violencia machista. Las víctimas de ETA ascendieron a una. En 2009, 73 mujeres asesinadas. Víctimas de ETA, tres. 2008: Violencia Machista 75 - ETA 4.

No estoy diciendo que unas víctimas sean más importantes que otras, toda vida humana es una pérdida irremplazable. Pero cuantitativamente, hoy por hoy (atrás quedan los años en los que las víctimas de ETA necesitaban dos dígitos), el terrorismo no es el principal problema. Sin embargo tiene muchísima más repercusión social, cuando el tema del maltrato a la mujer viene de antes. Nadie se exalta por ello, se ve como algo inevitable, que está ahí y punto, sin apenas importancia.

De hecho, vale la pena echarle un ojo a los últimos resultados del CIS (http://www.cis.es/cis/opencms/-Archivos/Marginales/2900_2919/2911/Es2911.pdf) . En la pregunta 7 se observan las principales preocupaciones de los españoles. La violencia contra la mujer es mínima, aunque ETA ha perdido muchos enteros. Antes era la principal preocupación, ahora la clase política está por encima, lo que creo que es un poco de justicia poética para variar. También representa una de las razones por las que es realista la tregua de ETA. El terrorismo es, además de violencia propaganda, y si no está entre lo principales intereses de la gente es que esa propaganda está perdiendo fuelle.

En fin, tampoco quiero extenderme más. Sólo quiero invitar a la reflexión con cabeza, alejando los sentimientos para analizar verdaderamente la situación, a ver si llega un momento en el que los políticos dejan de tratar a las víctimas como meros objetos de propaganda, cosa que también hacen los etarras, por cierto.

Idea alegre: ¡Hay paz en Euskadi! A ver si dura.
Publicado por Carlos L. Hernando
domingo, octubre 16, 2011 a las 18:15:00 | 2 comentarios
He estado echando un ojo a los principales periódicos porque es en momentos como estos, cuando ocurre un gran acontecimiento con connotaciones políticas, económicas y/sociales de gran envergadura es cuando se puede ver claramente de qué pie cojea cada uno. El 15-O tiene la ventaja adicional de que yo estuve allí, así que cuento con una opinión en primera persona que no ha sido mediada por nadie.

Para empezar, partiendo de la teoría básica del periodismo, un acontecimiento que reúne a tanta gente en la calle es noticia. He de decir que desde Atocha hasta Colón y desde Cibeles a Sol (ocupando tanto Alcalá como Gran Vía y las calles más pequeñas de en medio) había gente por todas partes. Obviamente no puedo dar una cifra y cada medio da la suya, pero cualquiera que conozca la geografía del centro de Madrid puede hacerse una idea. Quien no, puede usar Google Maps. A parte de eso, ocurriendo en varias ciudades de España, alcanza mayor repercusión. Y si además, le añadimos que las protestas se extendieron por todo el mundo, tenemos una noticia de gran importancia que es tanto nacional como internacional. Es decir, noticia de portada desde un punto de vista objetivo porque, entre otras cosas, algo así no había ocurrido nunca.

Ahora analicemos las portadas, que es la parte más visible de un periódico. He decidido no colgar las fotos aquí, para no alargar demasiado el post, pero hay links de cada una de ellas.


El País. Dedica su foto y su titular más gordo ("El movimiento 15-M renace como una fuerza global") al tema. El titular es muy neutral y describe simplemente el hecho. La noticia menciona que hubo un amplio seguimiento, los disturbios de Roma y la llegada de indignados al Banco Central Europeo. Excepto de esto último, no se aventuran cifras al respecto.

Público. Con su habitual estilo sensacionalista, le dedica la mitad de la portada e incide en su carácter global. Da cifras de cientos de miles a lo largo de todo el mundo y, en general, más que informar exalta al movimiento. Más que una noticia parece propaganda. Además, no se dice nada sobre Roma.

ABC. Aquí tenemos el más claro ejemplo de manipulación. En la portada se ve en una foto enorme a un encapuchado lanzando un extintor junto a un coche en llamas. El titular es "Los indignados "festejan" su protesta planetaria". Obviamente la imagen es de Roma, pero eso sólo se aclara en el subtítulo, no se dice nada de que en el resto del mundo las concentraciones fueron pacíficas. Como periódico nacional, ha obviado a propósito las marchas pacíficas españolas poniendo una foto de Italia sin ni siquiera aclarar su procedencia en el titular. La composición da lugar a error, pues parece que la violencia fue la tónica general en vez de algo discordante. Me recuerdo a a una frase que me decían mucho en la facultad: "Un muerto en España es más importante que mil en Francia". Está claro que los que hicieron esta portada están suspensos.

El Mundo. El Mundo hace referencia tanto al acto pacífico en España y las revueltas de Roma. No es el titular principal, dando más importancia a los sondeos del 20N. Aunque las dos fotos son para el 15-O, una de la Puerta del Sol y otra de Roma.

La Razón. La Razón es el otro ejemplo de manipulación manifiesta. En primer lugar, la noticia aparece en una esquina, pasando fácilmente desapercibida. Casi toda la portada está dedicada al rechazo a ETA (algo que podría haber ido en portada cualquier otro día). El titular no tiene desperdicio. el antetítulo es "CAOS GLOBAL EN LAS CALLES" y el título "Nuevo desafío de los "indignados" que toman Madrid sin autorización y provocan disturbios en Roma". La verdad es que de este titular se podría hablar largo y tendido, pero que cada uno saque sus conclusiones. Nótense las comillas que rodean la palabra indignados.


Y hasta aquí la prensa nacional. Una vez más queda patente que para estar realmente informado, hay que diversificar los medios. Claro que gracias a internet, también tenemos miles de fuentes de información. Muy útiles siempre que uno no se ahogue en ellas.

De hecho, en este caso en particular, uno no puede llegar a una opinión contrastada sin echar un ojo a todos los blogs, tweets, etc que hay por ahí, porque la cobertura "oficial" está siendo bastante deficiente. No os fiéis sin contrastar.

Idea alegre: no he incluido La Gaceta porque directamente no lo considero un medio de comunicación, sino una especie de panfleto a medio camino entre la sátira y la tragedia.
Publicado por Carlos L. Hernando Etiquetas: , , ,
lunes, octubre 10, 2011 a las 18:16:00 | 2 comentarios

El otro día traspasé una frontera que jamás pensé que sería capaz de superar. Fue un acto de inconsciente e irresponsable rebeldía ante los cánones básicos que sustentan el estado de derecho. Y efectivamente fue inconsciente porque en ese momento ni siquiera me daba cuenta de la importancia que tenía. Yo sólo quería salir un rato por la noche, para departir amigablemente con mis colegas sobre la sociedad, el devenir del se humano, la filosofía existencialista y todas esas vicisitudes que uno saca a relucir los fines de semana en un intento por dejar el mundo un poco mejor que cómo nos lo encontramos. El mundo del dueño del bar de turno sí que suele mejorar, claro, así que nunca nos vamos a casa con las conciencias vacías.

Normalmente salgo a la calle vestido, por lo que en eso estaba cuando me di cuenta, pobre de mí, de que no quedaban calcetines del mismo color. Es decir, en el cajón había uno negro y ot

ro gris. Gris casi blanco. Bueno, la tonalidad en sí no era lo importante. Lo importante era la disparidad de tonalidades. Eso sí. Nunca en mi vida me había puesto calcetines desparejados. No por nada, simplemente no entraba en mis esquemas mentales. Pero aquel día, el viernes pasado, traspasé una frontera que ni siquiera me había dado cuenta que existía.

Me coloqué el negro en el pie izquierdo y el gris en el derecho, pura aleatoriedad podológica, y en ese momento pensé “Je, soy un librepensador”. Así es, no sólo le digo chorradas a al gente, también me las digo a mí mismo. Fue ese comentario, sin embargo, el que me hizo darme cuenta de que en realidad aquel acto inconsciente era mucho más importante de lo que parecía. Como el primer

esclavo que pensó “Igual no debería estar tirando mi vida arrastrando enormes bloques de hormigón para construir la tumba de un tipo que ni siquiera me cae bien. Quizás debería construir otra cosa, como una hogar para mí y mi familia. Quizás mis hijos deberían estar jugando en vez de estar en una mina en los túneles más pequeños y con menos aire respirable. Y debería buscarme algún pasatiempo, porque a partir de ahora voy a tener mucho tiempo libre”.

Es un pensamiento increíblemente sencillo, pero al que cuesta llegar porque la mente tiene barreras. Barreras enormes que nos impide ver la luz de la sabiduría, la razón o simplemente la luz de la no concordancia calcetinil. Sin embargo, esas barreras son cartón, se queman fácilmente si uno da con el pensamiento adecuado. El ejemplo de los calcetines es muy sencillo, por eso logra ser tan esclarecedor. A priori es igual de bueno llevar los calcetines en pareja que desparejados, sin embargo mi cerebro ignoraba automáticamente la segunda opción. Una y otra opción son igual de buenas, pero mi mente sólo asimilaba la primera, fruto de la educación, la costumbre, lo que sea. Pero no del razonamiento

Pero esto son sólo calcetines. Y que me entiendan todos los fanáticos de los calcetines, aprecio su valor ergonómico y térmico y creo que los echaría de menos si desaparecieran, pero hay cosas más importantes en la vida. Cosas que puede que esté haciendo de una determinada manera, cuando puede haber miles caminos igual de válidos o incluso mejores.

Así que ahora sólo he de localizar mis barreras mentales, que por supuesto cualquiera que viva en sociedad debe tener millones, y quemarlas. Más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Luchar contra la propia mente siempre es arduo, pero los resultados suelen ir encaminados a hacernos mejores personas. ¿Hasta qué punto es aplicable el caso de los calcetines desparejados? Meditaré sobre ello.

Por el momento tenderé a dudar de todo aquel que me diga que para hacer algo sólo hay una manera. También le recomendaré que saque los calcetines del armario sin mirar.

Idea alegre: ¡También se puede ir sin calcetines!

Idea alegre 2: el de la imagen es Sockarang, un superhéroe cuyos brazos son calcetines. Lo cierto es que no los lleva desparejados, pero su como los lleva en un sitio peculiar, se le puede considerar también "librepensador".

Publicado por Carlos L. Hernando Etiquetas: ,
Visit the Site
"La puerta del enemigo está abajo." Ender Wiggin