sábado, octubre 22, 2011 a las 17:50:00 |

Me gustaría pararme a pensar un poco sobre el final del terrorismo. Obviamente nadie está seguro de nada, ETA ya ha roto otras treguas, pero éste, dicen, es el final definitivo. Ciertamente es una situación histórica única, la banda ha sido descabezada en repetidas ocasiones los últimos años y Bildu parece una alternativa viable y efectiva a las aspiraciones nacionalistas vascas. Sin embargo, nadie puede estar seguro de nada, aunque claro, los políticos ya se están apuntando el tanto. Y ése es el quid de la cuestión (cómo molan las locuciones latinas, le dan a uno aspecto de persona culta e instruida sin serlo). El tema del terrorismo en España jamás se ha llevado con seriedad y manteniendo la cabeza fría. Es por ello que yo siempre lo he contemplado con un cierto cinismo y siempre me ha costado tomármelo en serio.

En este punto tengo que aclarar que me repulsa que la gente en Euskadi no pueda salir tranquila a la calle y que una panda de energúmenos utilicen la violencia indiscriminada en una lucha que no tienen ningún sentido, precisamente por los métodos que utilizan. Hago la aclaración porque el tema de ETA jamás se aborda desde la cabeza, sino desde el corazón. Y las emociones son muy bonitas, pero no dejan pensar con claridad. Por eso rara vez se hace un análisis objetivo y tomando distancia del asunto, sino que se recurre a las clásicas proclamas que inflaman corazones y con las que todo el mundo está de acuerdo, pero que ni sirven para nada ni nos acercan a una solución.


Ése es el gran problema de este país: la política ha utilizado la coyuntura terrorista y a las víctimas como un arma política. Y no sólo eso, sino que en ocasiones el asunto se ha utilizado para el lucro de unos cuantos, como el amigo Mayor Oreja and family (dos links interesantes aquí y aquí). Tenemso unos políticos oportunistas, que no dudan en usar a los familiares de las víctimas y rasgarse las vestiduras cada vez que ETA comete un atentado. Sin embargo, otros asesinatos no parecen ser tan importantes, quizás porque no les toca a ellos directamente o quizás porque no son tan rentables de cara al electorado. Un ejemplo sencillo, que está ahí y no desaparece es la violencia machista.

El año pasado murieron 78 mujeres por violencia machista. Las víctimas de ETA ascendieron a una. En 2009, 73 mujeres asesinadas. Víctimas de ETA, tres. 2008: Violencia Machista 75 - ETA 4.

No estoy diciendo que unas víctimas sean más importantes que otras, toda vida humana es una pérdida irremplazable. Pero cuantitativamente, hoy por hoy (atrás quedan los años en los que las víctimas de ETA necesitaban dos dígitos), el terrorismo no es el principal problema. Sin embargo tiene muchísima más repercusión social, cuando el tema del maltrato a la mujer viene de antes. Nadie se exalta por ello, se ve como algo inevitable, que está ahí y punto, sin apenas importancia.

De hecho, vale la pena echarle un ojo a los últimos resultados del CIS (http://www.cis.es/cis/opencms/-Archivos/Marginales/2900_2919/2911/Es2911.pdf) . En la pregunta 7 se observan las principales preocupaciones de los españoles. La violencia contra la mujer es mínima, aunque ETA ha perdido muchos enteros. Antes era la principal preocupación, ahora la clase política está por encima, lo que creo que es un poco de justicia poética para variar. También representa una de las razones por las que es realista la tregua de ETA. El terrorismo es, además de violencia propaganda, y si no está entre lo principales intereses de la gente es que esa propaganda está perdiendo fuelle.

En fin, tampoco quiero extenderme más. Sólo quiero invitar a la reflexión con cabeza, alejando los sentimientos para analizar verdaderamente la situación, a ver si llega un momento en el que los políticos dejan de tratar a las víctimas como meros objetos de propaganda, cosa que también hacen los etarras, por cierto.

Idea alegre: ¡Hay paz en Euskadi! A ver si dura.
Publicado por Carlos L. Hernando

2 comentarios:

Icefear dijo...

Debo hacer un apunte a tu reflexión: no es cierto que la gente no se exalte en torno la violencia machista, claro que hay gente que se exalta. El problema es que la gente que se exalta normalmente lo hace en sentido contrario al que una mente humana sana consideraría lógico, es decir, cuando alguien se se exalta en torno a la violencia machista, lo hace contra la mujer y contra las mujeres. Es muy habitual escuchar un "algo habría hecho" o cosas aún peores. Y lo normal es escucharlo de la gente que más se exalta con el tema de ETA...

sábado, octubre 22, 2011 8:08:00 p. m.
Carlos L. Hernando dijo...

Entonces la cosa está todavía peor. Esta sociedad necesita una perspectiva más lógica de las cosas.

domingo, octubre 23, 2011 2:58:00 p. m.
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